Nueva Zelanda tiene un excelente sistema de salud que incluye proveedores públicos y privados. Estos servicios por lo general no son gratuitos para los estudiantes internacionales. En las ciudades existe una amplia gama de tratamientos disponibles, entre los cuales se incluyen la quiropráctica, la osteopatía, la acupuntura, la naturopatía, la homeopatía y la medicina china.
En caso de resfrío, una gripe u otros problemas de salud comunes, concurre al centro de salud estudiantil del campus o al médico de la familia que te hospeda.
Si tienes un problema de salud grave o un accidente, marca 111 y solicita una ambulancia. La llamada es gratuita; no necesitas monedas ni tampoco tarjeta de teléfono cuando llamas de una casilla de teléfono público. Éste es también el número de emergencia de la policía y los bomberos.
Si necesitas cirugía u otro tratamiento en un hospital privado, probablemente tengas que pagarlo, a menos que tengas derecho a recibir tratamiento en los hospitales públicos de Nueva Zelanda.
El Centro Nacional de Información Toxicológica cuenta con un número de emergencia gratuito las 24 horas: 0800 POISON (0800 764 766).
La libertad sexual entre los jóvenes de Nueva Zelanda es considerable, similar a la de Europa y mucho mayor que la que existe en la mayoría de los países de Asia. Las clínicas de salud sexual en el hospital, la Asociación de Planificación Familiar y algunos centros de salud juvenil ofrecen servicios gratuitos y confidenciales en materia de asesoramiento sobre métodos anticonceptivos y enfermedades de transmisión sexual. También realizan controles de patología cervical y pruebas de embarazo.
Los edificios nuevos están diseñados teniendo en cuenta las sillas de ruedas y muchos edificios más antiguos cuentan ahora con rampas. Algunas instituciones tienen sistemas de bucle inductivo para audífonos ("hearing loops". Por lo general, hay lectores y escritores (en inglés) voluntarios o pagos para ayudar a los estudiantes con dificultades para leer o escribir.